lunes, 28 de julio de 2008

El Deseo (P.St.)

Es un poco tarde para dibujarte en tu vestido de lluvia, la verdad, prefiero besarte sin él. No es que no me encante verte sonreír cuando lo traes puesto, es que me fascina verte bailar cuando él esta descansando frente a mi cama, en el suelo. Puedes llamarle fijación o puedes llamarle obsesión, yo, en lo particular, le llamo deseo.
Para mí el deseo es este sentimiento que me lleva a querer tenerte desnuda en mi cama, enredados en las sábanas, pero tú siempre entre mis brazos, y yo siempre entre tus piernas. Da igual si hay lluvia o sol, si es de noche o de día, si es lunes o es domingo, si afuera hay playa o hay desierto, para mí el deseo es querer tenerte en todo momento.
No, no soy ningún maniaco, estoy lo suficientemente cuerdo como para saber y darme cuenta de que a quien quiero tener así por el resto de mis días es a ti, y que viajemos de abrazo en abrazo, entre pequeñas muertes, sonrisas y miradas.

El deseo es beber de tus labios la pasión. Acercarme lo suficiente, sin tocarte, y ver cómo se enciende tu mirada, esperar hasta que no resistas más y me envuelvas con tu cuerpo.
Que no quede espacio en la piel sin besos, olvidarnos de los límites, del tiempo. Volvernos locos juntos, perdernos dentro del otro y recobrar la cordura tan sólo para perderla un día distinto.

P.St. & Jacka

El Deseo (Jacka)

Digan lo que digan, el gatillo del deseo se localiza en el cerebro. Lo demás es quizá instinto o mera calentura.
El deseo va mucho más allá y es mucho más complejo, sencillamente porque es una comunión entre mente y sexualidad.
Yo lo deseo por la forma como me mira, lo deseo por cada palabra que sale de su boca, por cómo sonríe cuando se apena. Lo deseo porque cuando me habla, desata en mí un torrente de sensaciones que hacen que mi cuerpo reaccione al igual que mi mente.
El deseo se podría describir como una descarga eléctrica que excita y estimula todo a su paso. Es energía pura, una fuerza creativa y un misterio.
En mi caso, el deseo es también la semilla de la creatividad: deseo por comprender algo, por expresarme, por conocer. Es querer sumergirme en esa mente que me fascina y abrirle las puertas de la mía, sentir esas manos recorriendo mi geografía y aprenderme de memoria cada poro de la suya. Cerrar los ojos y recrear cada encuentro, imaginar mil variaciones de un beso.
El deseo, es también esa fuerza que nos lleva a querer explorar eso que nos produce, hasta cierto punto, un sentimiento de impaciencia o nerviosismo. Es el querer llenarnos de una manera pasional y desenfrenada de algo o alguien, que aunque no siempre este frente a nosotros, si este presente en nuestras mentes.
El deseo es pasión, es ambición, es querer tener lo que queremos, cuando queremos y siempre totalmente, es decir, el deseo es un extremo, lo queremos todo sino preferimos sencillamente no tener nada.
El deseo, al final del día puede ser satisfacción total o simple y llanamente una pobre añoranza.

Jacka & P.St.

martes, 15 de julio de 2008

La Noche (P.St.)

La noche es el descanso del alma y del cuerpo, es el hogar de la verdad. En ella todos y cada uno de nosotros, somos como en realidad hemos sido siempre. En ella dejamos de aparentar que somos lo que en realidad solamente queremos ser, nos quitamos las mascaras y nos dejamos llevar por lo que nos mueve, por lo que nos llena, por lo que somos en el fondo.

En la noche, por un lado, encontramos paz y tranquilidad ya sea solos o acompañados, y por el otro lado, la noche es sabiduría y experiencia ya que ella aprendemos a sufrir, aprendemos a extrañar, aprendemos a añorar, aprendemos a valorar, aprendemos a llorar, aprendemos a amar aprendemos a odiar, y lo mas importante de, aprendemos a convivir con nosotros mismos.

No podemos huir de la noche, ni de los misterios que trae consigo, aunque la llenemos de significados, aunque la veamos como amor, como soledad, como sufrimiento, como tranquilidad, como placer, como maldad o incluso como trabajo. La esencia de la noche es la misma….

La noche es verdad y es también libertad, levedad, sensualidad.

En la noche nos despojamos de los disfraces y podemos extender nuestras alas y volar. En ese viaje tenemos miles de opciones: adentrarnos en lo más profundo de nuestro infierno y pasar un rato reconociendo a los demonios que nos habitan, pasar a visitar el reflejo que nos devuelve el espejo y charlar para ponerse al día, podemos reconciliarnos con los amores perdidos, transportarnos hasta aquel lugar que es único y que sólo nosotros conocemos (nuestro paraíso individual, podría llamarse), compartir le mente con aquella persona a la que anhelamos o ir descubriendo la sensualidad de ser tal cual somos e ir perdiendo el miedo a entregarnos totalmente.

P.St. & Jacka

La Noche (Jacka)

Cuando abrió los ojos ya había oscurecido. Una sensación de bienestar invadió su alma, siempre se había considerado una criatura nocturna, una duermevelas.

El frío viento de la madrugada le pegó en la cara haciéndole respirar profundamente, como si tratase de absorberlo. Sus pasos eran firmes y llevaba encendida en el rostro la sonrisa de la complicidad.

Se adentró en la noche como quien se entrega al sueño. En ella le esperaba aquel recuerdo de su infancia que guardaba como el primero y más preciado, el nerviosismo del primer beso, la añoranza por los que partieron hace tiempo, las lágrimas ahora ya secas, los suspiros robados y las sombras de lo que viene.

L a noche le regalo la luna y su hermoso e inigualable reflejo sobre el mar y después, hablaron horas en silencio, repasaron todos y cada uno de sus secretos, desde los mas inocentes hasta los mas oscuros, los momentos mas alegres, los momentos mas tristes.

Se hicieron compañía frente al mar, esperando el momento de partir, el momento de despedirse como si hubiera de pasar una eternidad antes de volver a verse, aquel momento donde la noche se detiene un instante mas y la envuelve entre sus brazos para llevarse todos sus delirios y hacerlos suyos en la soledad de aquel lugar a donde va cuando amanece, para después regresar sabiendo lo es ser mujer, lo que es amar…
.
Jacka (Killer Queen) & P.St.

De ojos y otras cosas

¿Cierro los ojos? - Ciérralos - ¿Y si cuando los abra ya no estoy aquí? - Ciérralos -. Está bien, cierro los ojos - ¿Qué ves? - Un Mar de Fueguitos - ¿Como los de Galeano? - Mejores, porque estos son míos.

- Abre los ojos - No, ya no estoy ahí - ¿En dónde estás entonces? - Para qué decirte ¿Vas a venir? - Nunca me he ido - Estoy dentro de mí supongo - ¿Por qué supones eso? - Porque escucho el Mar, porque estoy sonriendo - ¿Y ahora qué es lo que ves? - Mis ojos reflejados en otro par de ojos - ¿Sigues sonriendo? - Claro - ¿Aún tienes los ojos cerrados? - ¿Importa? - Me parece que no -.

Entonces los tengo abiertos - Ya decía yo, ciérralos de nuevo - ¿Otra vez? ¿Para qué? - Para traerte aquí, conmigo.